Mi historia
Aquella noche lluviosa de invierno hacia el año 2005 fué la que marcó la diferencia.
La señorita del servicio de urgencias del hospital me miró con cara de sorpresa y enfado cuando en respuesta a su pregunta:
– ¿Qué le pasa?
Le respondí un angustiado «No me duele nada sin embargo siento que me estoy muriendo».
Se llamaba Carmen, es un nombre del que nunca me olvidaré.
Imagino que en aquel momento por su cabeza estaban pasando mil pensamientos y ninguno bonito.
¡A quién se le ocurre venir a un servicio de urgencias aquejada de «nada» pudiendo estar descansando en su casa y hacerme trabajar una noche de domingo!
Aquel solamente era el comienzo de un año tan largo como difícil para mi.
La crisis de pánico que había sufrido era el pistoletazo de salida a otros muchos infortunios que estaban por llegar, entre los que se encontraban depresiones, dependencias emocionales, rupturas de todo tipo tan duras como dramáticas y desgracias varias.
Ya lo dice el refrán «A perro flaco todas son pulgas»
¿POR QUÉ E CUENTO TODO ESTO?
Mi historia es como la de tantas otras personas.
Era la de una existencia regida por el desconcierto emocional (a todo ello se sumaba que soy altamente sensible..) y por el desconocimiento total de mi misma.
Como todo en la vida, la moneda tiene dos caras y he podido transformar tanto sufrimiento en verdadera plenitud y felicidad.
Lo que vino después fué la guinda del pastel.
Harta de situaciones dramáticas decidí transformar el tormento en soluciones y encontrar mi «Para qué» en la vida.
Conocí la psicología y esto lo cambió todo, comencé a experimentar lo que sería una nueva vida colmada de bienestar y plenitud a través de un profundo trabajo en mí.
Estudié psicología especializándome también en Gestión Emocional y Coaching y he trabajado para empresas como Ing Servicios financieros, Bosch Service Solutions, Hospital público Álvaro Cunqueiro, Aclad Alborada Unidad de conductas adictivas o Cruz Roja Española.